Por Marta Rodríguez

30 de noviembre del 2020

Hoy 30 de noviembre se observa en el mundo el día internacional de la solidaridad con el pueblo palestino, algo que no está presente en la atención y conciencia de muchos de nuestros compatriotas.  Lamentablemente, cuando algún asunto relacionado a la lucha por la liberación de Palestina llega a la atención de los medios corporativos de nuestro país, éstos, al igual que los medios corporativos de los Estados Unidos, se encargan de proyectarla como algo “ilegítimo”, como el producto de una agenda “terrorista”; cosa que también hacen a diario aquí con la lucha por la libertad de nuestro pueblo.
Nosotros debemos conocer la lucha del pueblo palestino, porque nos une una experiencia de agresión colonial y de lucha en contra de ésta, y porque el hacer causa común con pueblos que comparten nuestra experiencia nos fortalece más a todos.

Al igual que nuestro pueblo, el pueblo palestino ha sido víctima del colonialismo, primero a manos de los ingleses, y ahora a manos de colonos de diversas partes de Europa, como Polonia, Hungría y Alemania, los cuales se hacen llamar “israelíes.”  Al igual que el caso nuestro, la colonización más reciente del territorio palestino fue principalmente obra y gracia de los Estados Unidos, ya que fue la presión de éstos, la que ocasionó que muchos países de la ONU aceptaran la creación en Palestina del proyecto colonial “israelí.”  Además, son responsables por el despojo y la represión brutal que sufre ese pueblo, ya que son ellos quienes siguen financeando y armando a los “israelíes” para que sigan masacrándolos, encarcelándolos, torturándolos y desalojándolos de sus fincas y hogares.

Los palestinos, al igual que nosotros, han sufrido la división de su nación mediante el desplazamiento forzoso y genocida que nos han infligido y siguen infligiéndonos nuestros respectivos invasores, con el fin de reemplazar a nuestras poblaciones, para así obtener el control irrevocable de nuestros territorios.
Ya más de la mitad de nuestra población se halla en los Estados Unidos,   debido a un proceso migratorio que ha venido forzando el gobierno estadounidense desde el momento en que llegó a despojarnos y a destruir la economía que teníamos.  Los palestinos tienen al rededor de 8 millones de refugiados a lo largo del mundo, debido a la violencia ejercida por los invasores “israelíes” para despojarlos de sus tierras; violencia que emplearon desde el momento en que se les dió la luz verde para crear su “estado” “israelí” en el 1948.  La violencia para despojar a los palestinos de su territorio incluyó la destrucción de 500 aldeas palestinas, agresiones sexuales contra las mujeres palestinas, masacres como la ocurrida en la aldea de Deir Yasin, y el desalojo a punta de cañón de unos 800,000 palestinos.  Aunque los medios empleados para desplazarnos son distintos, el resultado y su causa son los mismos: el abandono no deseado de nuestras tierras, debido a las presiones de nuestros invasores.  Aunque nuestra emigración a los Estados Unidos no deja de estar vinculada a la violencia por deberse principalmente a factores económicos.  Pues los factores económicos que produjeron esa emigración no hubiesen sido posibles sin la violencia y represión que ejercieron los Estados Unidos para mantener el control de nuestro país.

Hasta el desconocimiento de que somos naciones es similar.  En nuestro caso éste se ejerce mediante la definición de nuestro territorio como “territorio estadounidense,” la imposición de la ciudadanía estadounidense sobre nosotros, y la negativa de las Naciones Unidas a declarar esa imposición como el acto de agresión y despotismo colonial que es.  Irónicamente, esa misma organización supuestamente le reconoce al pueblo palestino el derecho a ejercer sus derechos como nación sobre los territorios de Gaza y Sisjordania; cosa que dicho sea de paso no resuelve para nada el problema de los millones de refugiados palestinos que por dictamen de los ”israelíes” no pueden regresar a su tierra.  Pero al haber avalado la definición de la mayor parte del territorio palestino como territorio “israelí”, y al no enforzar el derecho de su pueblo a ejercer su soberanía nacional en ninguna parte del mismo, ese reconocimiento es para todos los efectos inexistente.

Ambos pueblos compartimos la criminalización y difamación que se hace de nuestras luchas, activistas, combatientes y mártires, así como las atrocidades que se cometen contra éstos.  Ahmad Yasin, dirigente de Hamás asesinado por los invasores “israelíes” en el 2003, vivió y murió como Don Filiberto Ojeda Ríos, dirigente macheetero asesinado por el invasor FBI en el 2005, defendiendo a su pueblo de las agresiones de sus invasores y buscando su libertad.  al igual que don Filiberto, Ahmad Yasin fue difamado por los agresores de su pueblo como “criminal” y “terrorista.”

La guerrillera Leila Khalid, quien en el 1970 tomara el control de un avión “israelí” para llamar la atención del mundo a la ocupación que enfrentan los palestinos, y para forzar la liberación de los prisioneros políticos de su país, no es tan distinta a Lolita Lebrón en lo que respecta al por qué de sus acciones.
Además de la experiencia de agresión colonial y lucha que compartimos con los palestinos, hay unos datos básicos que debemos conocer sobre el conflicto entre ellos y sus invasores.

La lucha entre los palestinos y los “israelíes” no es una lucha entre dos poblaciones originarias del mismo territorio, que siempre estuvieron viviendo en el mismo por cientos o miles de años.  Los que se hacen llamar ”israelíes” son judíos, pero no eran originarios de Palestina.  Eran ciudadanos de diversos países de Europa, principalmente de Alemania, quienes al finalizar la segunda guerra mundial invadieron a Palestina para crear en ese territorio un estado judío para el beneficio exclusivo de ellos.

No es cierto que la creación del proyecto colonial “israelí” en Palestina haya sido motivada por la “nececidad” de remediar la “usurpación” de un ”estado israelí” en los tiempos del imperio romano.  Aunque la propuesta es absurda y manifiesta la doble vara racista de los europeos ante los pueblos que agreden y despojan, el caso es que los estados naciones no existían para el tiempo del imperio romano.  De manera que en ese entonces no había ningún estado israelí.  Para ese tiempo, ese territorio era conocido como Palestina, no como Israel.

Cuando los ingleses tomaron el control del territorio palestino a finales de la primera guerra mundial, el mandato colonial que se otorgaron para administrarlo era conocido como el “mandato” sobre Palestina, no como el mandato sobre “israel.”

Los mapas existentes durante el imperio otomano y durante elperíodo de las ocupaciones británicas y francesas en Arabia identificaban el territorio palestino como Palestina, no como “Israel.”  Los documentos gubernamentales con respecto a ese territorio que existían antes de la invasión de los “israelitas”, se referían al territorio como Palestina.

También debemos de entender que el concepto de la “nación” judía es un artefacto de finales del siglo 19, inventado por el activista político Theodore Herzl, nacido en Hungría el 2 de mayo del 1860. A éste se le conoció como el ”padre del sionismo.”  El sionismo es una ideología que define a los que practican el judaismo como una nación.  A la vez es una ideología racista y colonialista, porque niega la existencia de los palestinos como ente nacional.

En su foyeto “El estado judío”, Herzl planteaba que los problemas de discriminación que enfrentaban los judíos en Europa y otros lugares solo podrían ser resueltos mediante la creación de un estado para ellos.  No obstante, los judíos europeos tendían a verse como húngaros, polacos, alemanes, holandeses… y veían su religión como algo aparte de su identidad nacional.

El vínculo de los judíos europeos con Palestina era tan remoto por no decir inexistente, que los que comenzaron a abogar por la creación de un estado judío nisiquiera tenían ese territorio en mente.  Inicialmente pensaron en lugares como Argentina y Uganda para la creación de su estado.  Palestina se tornó atractiva para ellos una vez Inglaterra toma el control del territorio.  El empuje para inhundar a Palestina de judíos europeos no cobra aceptación entre éstos hasta después de la llegada de los Nazis al poder i la implementación de sus políticas anti-judías.

De manera que la invasión de Palestina por sionistas europeos y el desalojo de sus habitantes de su territorio no es menos injustificada y criminal que las acciones de otros europeos contra los indígenas de este continente, y contra los asiáticos y africanos en aquellos territorios donde crearon estados para el beneficio exclusivo de ellos.

Algo que pocos puertorriqueños y puertorriqueñas sabemos sobre los palestinos, es que a pesar de la demonización que se promueve en torno a ellos y su lucha, éstos han sabido ser solidarios con las luchas de otros pueblos, incluyendo la lucha puertorriqueña.  En ciudades de los Estados Unidos como Boston y Chicago, la lucha por la independencia de Puerto Rico y la excarcelación de nuestros prisioneros políticos ha contado por años con el apoyo de las comunidades palestinas.
Conozcamos a los palestinos y seamos recíprocos con ellos.

¡Viva Puerto Rico libre! ¡Viva Palestina libre!

 

Fuente de la imagen: https://desinformemonos.org/dia-internacional-solidaridad-palestina-una-fecha-malos-recuerdos-nada-celebrar/https://desinformemonos.org/dia-internacional-solidaridad-palestina-una-fecha-malos-recuerdos-nada-celebrar/